lunes, 25 de abril de 2011

CINCO MIRADAS (6)

LA MIRADA DE PEDRO —Simón, al que Jesús le dio el nombre de Pedro, era pescador de profesión. Abandonó su casa y siguió a Jesús a pesar de sus dudas. Éste fijó sus ojos en el galileo para que tomase las riendas del grupo, una vez él no estuviera en la tierra. Todos podemos recordar el pasaje de la Santa Cena, en la que se niega a que Jesús lave sus pies. Y como reacciona, cuando el Maestro le dice que si no le lava no será seguidor suyo. ¡Señor, no sólo los pies sino el cuerpo entero!
No entendió muchas veces el mensaje, y hasta renegó en los momentos de la Pasión por miedo. Sin embargo, reconoció su culpa y la lloró amargamente. A pesar de todo ello, fue fiel al Maestro y predicó su Palabra. Se trasladó a Roma donde le hicieron prisionero. Escapó de la cárcel milagrosamente, y durante su huida se encontró con el Señor. ¿Quo Vadis? preguntó. La respuesta que recibió le condujo de nuevo a Roma, dónde sería prendido y muerto en la cruz.

CONCLUSIONES
En estas miradas falta la nuestra, la de un hombre o mujer del siglo XXI. Dejando aparte las creencias de cada uno, el modelo de vida que Jesús nos ofrece, y que nos presentan los Evangelios, existe en nuestros tiempos. Hay numerosas personas religiosas y laicas, que abandonan todo para irse a lugares lejanos. Allí emprenden una vida de ayuda a los demás, sin importarles los sinsabores de no tener nada, e inclusive poniendo su vida en peligro.
Sólo cabe preguntarnos, si entendemos el mensaje más allá de la cruz, o nos quedamos con la imagen de dolor que supone la crucifixión.
Jesús murió, pero no debemos olvidar que también resucitó.
¡Buena Pascua a todos! Aleluya



domingo, 24 de abril de 2011

CINCO MIRADAS (5)

LA MIRADA DEL PUEBLO El domingo anterior a la fiesta de la Pascua, Jesús era recibido en Jerusalén, como si fuese un Rey. Las gentes se volcaron a su paso, como tantas veces, pero ahora hasta agitaron hojas de laurel y palmas, mientras, sembraban el camino con sus propias ropas. 
Sin embargo, en los primeros momentos del traslado de Jesús ante Poncio Pilato, en el pretorio solo había un grupo reducido de personas, que se habían enterado de su detención y que estaban a la espera del desarrollo de los acontecimientos.
Luego, poco a poco, se fueron congregando gente curiosa deseosa de saber lo que ocurría. Más tarde, se agregarían grupos afines a los sacerdotes y guardias del templo, con instrucciones concretas: había que hacer correr la voz de que era una impostor.
Como en toda sociedad, los que tenían algo que perder no estaban dispuestos a que los cambios que proponía Jesús, afectaran a su situación. Y pronto se apuntaron a gritar ¡crucifícalo! De su parte, estaban los que habían recibido de Jesús el regalo de una nueva vida.
Estos se situarían a ambos lados del camino, acompañando en silencio al condenado, mientras, que el otro grupo, iría hasta el pie mismo de la cruz a gritar ¡Sí eres el hijo de Dios, salvate tú mismo!
También hubo gente de buena fe, como José de Arimatea, Nicodemo, Juan el discípulo, Maria Magdalena, María de Cleofas, María su madre, que estuvieron al pie de la cruz hasta su muerte. Para los apóstoles, aquellos que le habían seguido y convivido con él, era el final. No habían entendido el camino del Reino y no podían soportar, por vergüenza y miedo ,el fracaso que suponía su muerte.
Sin embargo, días después, para muchos de los que le habían seguido, un rayo de Esperanza inundaría sus corazones, al conocer la noticia de su Resurrección. Todo ello, a pesar de las denuncias de los los sacerdotes y fariseos ante Poncio. Estos alegaron, que los seguidores de Jesús habían robado el cuerpo. Muchos, al recordar su profecía de reconstruir el Templo en tres días, creyeron aún más en Él.

sábado, 23 de abril de 2011

CINCO MIRADAS (4)

LA MIRADA DE PONCIO PILATO Si algún personaje adquiere relevancia en la crucifixión, es el procurador romano que gobernaba Judea en aquellas fechas.
Casado con la prima del emperador Tiberio, fue destinado a Palestina por éste, ante los rumores constantes de que intentaban asesinarlo. 
Pilato no acabó por entenderse con las autoridades religiosas a las que se enfrentó continuamente. Sin embargo, cuando le presentaron a juicio a Jesús, pese a las advertencias de Prócula, su mujer, se vio superado por sus miedos.
En su interior no veía causa alguna contra el “Galileo”, y aplicó todos los resortes de castigo para hacerles desistir. Pero la jerarquía judía había conseguido lo que tanto tiempo llevaba esperando, y no dejó de aprovechar la ocasión.
Sabían que el punto de debilidad del gobernador era su relación con el tetrarca Herodes y a ello recurrieron cuando vieron que no estaba dispuesto a condenarlo. Manifestaron que Jesús se había proclamado “Rey de los judíos”. Ante esa aseveración, Pilato no podía dejar de castigar al reo, ya que ese si era un motivo político.
Pero aún así, Poncio optó por lavarse las manos y dejó que los judíos lo llevaran al Calvario. Les asignó una patrulla, para que condujeran a Jesús y dos ladrones que tenían por ajusticiar, al Gólgota o lugar de la calavera. Sobre su cabeza constaría en un rótulo, el motivo de la sentencia (I.N.R.I) “Jesús de Nazareth Rey de los Judíos” 

CINCO MIRADAS (3)

LA MIRADA DE JUDAS Palestina, cruce de caminos en oriente, había sufrido a lo largo de la historia, numerosas derrotas que les habían llevado inclusive a ser esclavos en otros reinos. Muchos eran los miembros de aquella sociedad, que hubieran dado cualquier cosa, por acabar con la dominación romana. 
Judas, más cercano a las tesis de los zelotes que de Jesús, interpretó a éste cuando hablaba de “la venida reino”, la posibilidad real de acabar con aquella situación.
Sin embargo, Jesús se refería al reino de la justicia y de la paz, no a uno más entre los pueblos del mundo. Así, que a medida que transcurría el tiempo y no se producía el asalto al poder, fue naciendo en él desasosiego inmenso.
Algunos autores creen, que la entrega de Jesús al poder religioso (que no romano) tenía como intención, por parte de Judas, provocar un conflicto que aclarase de una vez por todas, que Jesús era el Mesías y que establecía su poder para reinar.
Más tarde, se dio cuenta de su error. El Sumo Sacerdote, Caifás, solo pretendía encontrar en Jesús, un delito con el que acusarlo y poder llevarlo ante Poncio Pilato. No perseguía que Jesús aclarase su doctrina, sino que deseaba desapareciera de la faz de la tierra.
Al comprender la situación, pretendió devolver el dinero cobrado, cosa que no le aceptaron los sacerdotes. En esas circunstancias perdió la razón. Por un lado, había traicionado al Maestro, al que sin duda quería. Descubrió que los sacerdotes le habían engañado, al decir que lo que querían era que hablara ante el Sanedrín, explicando su doctrina.
Se encontró desesperado. Ante sus ojos pasaron los momentos de suplicio que Jesús tendría que soportar en poder de los romanos, y optó por el camino más sencillo; ahorcarse.
Ni por un momento optó por el arrepentimiento y ni esperó el perdón. Así como Pedro, después de darse cuenta de su negación, reconoció su error y lloró amargamente, a Judas le invadió el desánimo ante lo que había hecho.

viernes, 22 de abril de 2011

CINCO MIRADAS (2)

LA MIRADA DEL SANEDRIN - La  asamblea o corte suprema en tiempos de Jesús, estaba formada por setenta personas más el sumo sacerdote. Tenía competencias sobre la doctrina religiosa, aunque actuaba también en el ámbito civil.
En el Sanedrín existían tres partidos: los saduceos, los fariseos y los zelotes. Nicodemo y Arimatea eran dos de los miembros del mismo, seguidores de Jesús en la clandestinidad, aunque podía haber habido otros.
Sacerdotes, fariseos y escribas fueron el objetivo principal de Jesús en sus pláticas. Con ellas abortaba y denunciaba los planes de la clase dirigente por ahogar al pueblo. A la mayoría del Sanedrín no le gustaba que Jesús perdonara los pecados, curara a los enfermos, multiplicara los panes, expulsara a los mercaderes del Templo, no respetara el sábado según su aplicación estricta de la Ley. Esto podía dar a la gente, una nueva visión de la religión y eso ellos no lo podían permitir.
Así, que desde el primer momento tuvieron claro, que aquel hombre que inclusive se atrevía a afirmar, que aunque destruyeran el Templo él lo reharía en tres días, era un enemigo de lo establecido.
Le siguieron exhaustivamente, le propusieron todo tipo de cuestiones, para encontrar desde una contradicción a un delito del que pudieran denunciarle, sin embargo, Jesús que conocía el interior de sus corazones, les denunciaba ante las gentes, poniendo al descubierto sus intenciones.
En definitiva les fue liberando de la opresión a la que los sometían. El hombre estaba por encima de la LEY. A los miembros del Sanedrín nos les importaba que fuera el Mesías, sino que acabara con sus prebendas.
Judas, les dio la oportunidad de detenerlo, sin que sus seguidores pudiesen hacer nada.

CINCO MIRADAS (1)

INTRODUCCIÓN Hará algo más de dos mil años, que en tierras de Israel durante la celebración de la Pascua, ocurrieron una serie de sucesos, que cambiarían los signos de los tiempos.
Un galileo llamado Jesús, que durante un tiempo había recorrido los pueblos de Galilea, Judea, Samaria, y otros lugares, predicando una buena nueva que ayudaría a cambiar los cimientos de aquella época, fue crucificado en Jerusalén, como atestigua además de los Evangelios, el escritor judío Flavio Josefo.
Israel era un mundo convulso. Por un lado, los romanos ocupaban aquellas tierras y provocaba entre la población judía, un odio exacerbado hacia ellos. El pueblo ansiaba recuperar su libertad como nación, por ello, extremistas como los zelotes, combatían a las patrullas romanas. Sin embargo, para las autoridades religiosas esto era un peligro, ya que ante estas agresiones, el procurador Pilato podía dar orden de castigar a toda la población como venganza.
El otro punto caliente de la situación, era que en aquellas tierras, aparte de concentrarse la mayor parte de las religiones y puntos de vista del momento, la propia población judía estaba dividiva en otras tantas manera de interpretar su religión.
Por un lado los Fariseos, que pese a pagar sus impuestos a Roma, formaban comunidades cerradas, dejando fuera a todo aquel que no fuera fiel a la Ley y las tradiciones. Creían en el advenimiento de un Mesías que los liberaría de los romanos.
Los Esenios, superaban a los Fariseos en su búsqueda de la perfección. Les preocupaba la impureza y la contaminación de los ritos, debido al mundo perverso e impuro que les rodeaba. También, como los Fariseos, esperaban la llegada de un Mesías, y al contrario que estos, ellos si que eran amantes de la guerra como los Zelotes, aunque pensaban que aún no había llegado el día.
Los Saduceos constituían el grupo conservador; rechazaban toda novedad en el terreno de las creencias y los ritos. Aunque no todos, la mayoría formaba parte de la aristocracia acaudalada. (Sumos sacerdotes y los ancianos, escribas y jefes del pueblo).
Aunque en el interior de los corazones de toda aquella gente, seguía habitando Yahvé.
En medio de toda aquella convulsión, surgió un hombre aportando un signo de contradicción:Juan Bautista. El silencio con el que Dios había castigado a su pueblo se vio roto de nuevo, por la voz de un profeta.
El mensaje profético que Juan les lleva era muy sencillo. Dios estaba airado con su pueblo y le iba a castigar. Como todo profeta llamaba a la conversión. Si esta no se producía, las consecuencias para Israel serían tremendas; si por el contrario había conversión, habrían abundantes bendiciones.
Entre sus profecías, Juan también anuncia la llegada del Mesías. Como ya sabemos por la historia, éste después del bautismo de Jesús, fue arrestado y muerto.
Jesús era judío, acudía a las sinagogas y efectuaba las lecturas de la Torá. En ningún momento de su vida pública, insinuó que la religión judía se tuviese que cambiar. Sin embargo hizo énfasis en dos aspectos. Por un lado, a parte de avalar lo revelado por los profetas, fue afirmar que las autoridades religiosas del país, eran corruptas. Que imponían unos altos impuestos al pueblo, para ellos vivir mejor, así como una dureza en la aplicación de la Ley. 
Y por otro, agitar las conciencias y los corazones de la gente en favor del prójimo.
Si bien en la historia de los reinos, se relataba lo que hacían y decían la gente importante, en la historia de Jesús, la voz la tienen los pobres, los oprimidos y marginados. Los mendigos eran los enfermos, los imposibilitados, los que tenían que acudir a la mendicidad por no tener pariente alguno que los alimentara.
También estaban la viudas y los huérfanos, que dependían de la caridad de la gente y del tesoro del Templo. Los jornaleros no cualificados, los campesinos y los esclavos. Sin embargo, su padecer no llegaba a la pobreza extrema y a la inanición, Su principal sufrimiento, entonces como ahora, era la vergüenza y la ignominia.
Para los orientales más que a los occidentales, esto era humillante. El prestigio y el honor son más importantes que el propio alimento o la vida misma.
Por último una cuestión. Jesús al atacar a los mercaderes del Templo, de los que las autoridades religiosas cobraban grandes impuestos, quitó la espoleta que provocaría su persecución. Todo ello fue motivo suficiente, para que sacerdotes y escribas quisieran plantear contra Jesús un juicio, cuya sentencia debía ser de condena a muerte.
Sin embargo, había un problema. Las curaciones milagrosas, tanto de leprosos, como de ciegos, cojos, la multiplicación de los panes y los peces, hacía que la gente estuviese a favor de Jesús. Esto les causaba un miedo atroz, ya que temían que ante su detención por la policía del Templo, podría desencadenarse una revuelta que para nada deseaban, ya que sería atajada duramente con la intervención de los soldados romanos. 

domingo, 17 de abril de 2011

CARTAS AL CIELO

Estimado amigo Jesús:

Con este escrito quiero manifestarte, mi reconocimiento y adhesión al ejemplo y mensaje, que nos trasmitiste a lo largo de tu estancia entre nosotros, hace algo más de dos mil años. Obras y Palabras, que abrieron una puerta a la Esperanza, para la humanidad.
Sin embargo, en el transcurso del tiempo vivido sin tu presencia física, de manera contraria a lo que ocurrió con los primeros creyentes, que se afianzaron con tu luz, vemos que de manera paulatina crece una desesperanza.
A veces esa pérdida, ocasiona frustración debido a una actitud ingrata y egoísta por parte nuestra. Y es que la pérdida de aquella luz que iluminó el camino de los primeros creyentes, ha decaído por un simple soplo de viento, que  puede acabar apagándola.
El padre en un acto de generosidad, después de prepararnos un lugar de estancia, (El Mundo) nos crea a nosotros, para que nos relacionemos con Él y compartamos su Creación. Sin embargo, poco duró nuestra actitud de agradecimiento por los bienes recibidos, y pronto estuvimos prestos a suplantarlo o a prescindir de su presencia. (Caída de Adán y Eva)
Por un soplo del fondo de Dios mismo, recibimos la vida y su don divino.
Si nuestro primer estado, fue fruto del amor del Creador, este segundo que vivimos las generaciones fuera del paraíso son por obra nuestra, tanto es así, que para recuperar la relación perdida con Él, éste se tuvo que ofrecer en tu persona (como Hijo), para asumir todas nuestras infidelidades e ingratitudes para siempre.
Reparo que tu mensaje se va diluyendo entre tu pueblo, y que incluso algunos de tus pastores flaquean y han perdido fuerza, en su relación con el rebaño que les diste a cuidar.
Los egoísmos personales e infidelidades, que a veces son eco en la prensa y la televisión de unos y de otros, hacen perder vigor a tu Palabra, y mas cuando procede de aquellos que la deben hacer llegar a todos, para que esta ocupe nuestras vidas y sean reflejo de tu mensaje.
La cruz que tú asumiste voluntariamente, se nos revela a veces, harta pesada.
Sin embargo, la promesa de recuperar el paraíso perdido, debe darnos fuerza aunque sea de manera individual, para poder aceptar el peso de la cruz que tú dignamente y sin protestas llevaste hasta el Calvario.
Pedirte saber, llegada la hora, encarar dignamente el momento del traspaso, afianzado en mi creencia de que es la puerta a la eternidad. Espero la magnanimidad de mi Creador, no por mis méritos sino por los tuyos, que fueron el sacrificio último y preciso, para reconciliar al Hombre con Dios.

viernes, 15 de abril de 2011

EL CALZADO EN LA VIDA DEL HOMBRE

Introducción —En los albores de la humanidad, hará aproximadamente unos quince mil años (o tal vez más), las circunstancias ambientales de frío y hielo, causaban grandes problemas y dificultades a los cavernícolas.
Uno de ellos, en una demostración de su capacidad por inventar, quiso proteger sus pies del hielo que los hería, y que casi le impedía pisar y caminar.
Aquel ser, se puso a buscar una solución a un problema crucial que tenía. Para ello, decidió usar la piel de un animal muerto. Así, que envolvió sus pies en ella, y con una especie de cordel la sujetó a sus pies, con el fin de que no se moviera.
Con semejante artilugio en sus extremidades inferiores, comprobó obtenía protección y comodidad. Así, que salió a la intemperie sin importarle para nada el frío ni la dureza del terreno. Había nacido un nuevo concepto: el calzado.
Este hecho aislado, fue el principio de una historia que dio lugar al crecimiento de una industria, a pesar de que todavía hoy, no todos los seres humanos pueden disfrutar del beneficio, de llevar los pies cubiertos.

EL ZAPATO EN LA HISTORIA —Pronto, este nuevo objeto, (que hoy conocemos como zapato) dio motivos a los que les gusta distinguirse de los demás, para ofrecer la creación de nuevos modelos, consiguiendo así, una gran variedad dentro de la misma época.
Como testimonio físico del calzado más antiguo, tenemos unas sandalias confeccionadas a base de paja trenzada, papiro o en fibra de hoja de palmera, procedentes del antiguo Egipto.
Se sabe, que apenas los nobles de la época poseían sandalias. Incluso que el faraón Tutancamon, usaba como calzados, sandalias y zapatos de cuero más sencillo (a pesar de los adornos de oro).
En Mesopotamia, eran comunes los zapatos de cuero crudo, amarrados a los pies por tiras del mismo material. Los coturnos eran símbolo de la alta posición social.
Los griegos llegaron a lanzar la moda de diferentes modelos, según fuera para el pie izquierdo o derecho.
En Roma, sus soldados no llevaban zapatos ni ningún tipo de calzado específico, que estuviese de acuerdo con el entrenamiento y la fuerza que desarrollaban. Cuando las celebraciones en el circo alcanzaron la socialización del pueblo, utilizaban una plantilla de piel y cuero bruto, para correr y desplazase por la arena del coso. Con el tiempo, los zapatos amarrados a las piernas por tiras de cuero, se convirtieron en pieza clave de los trajes romanos.
Sin embargo, había diferencias entre las clases sociales altas: los cónsules usaban zapatos blancos, mientras, que en los senadores su color era el marrón. Iban prendidos a los pies, por cuatro cintas de cuero negro, atadas con dos nudos.
El calzado tradicional de las legiones, eran botines que descubrían los dedos.
Así fue hasta finales del siglo IV. Con la llegada de los bárbaros, estos acabarían desplazando la sandalia, que era el calzado principal, por uno más rudo confeccionado por pieles de animales.
Un salto en el tiempo nos llevará al siglo VII, introduciéndonos en la sociedad carolingia. Estos sociedad optó, por un tipo de polainas que dejaban los dedos al aire.
En la Edad Media, tanto los hombres como las mujeres usaban zapatos de cuero abiertos, que tenían semejanza con las zapatillas. El material más corriente era de la piel de vaca, pero cuando se requería de una calidad, las botas eran de piel de cabra.
El Rey Eduardo (1271-1307) fue el precursor de los patrones y la numeración, lo que uniformó las medidas.
Los primeros zapatos usados en Europa, se vieron en las cortes francesas, durante los siglos XIII y XIV. Mientras, que en los posteriores siglos XVI y XVII el calzado era ancho y plano, lo que no era muy adecuado para caminar.
La primera referencia conocida que tenemos de manufacturación, fue en Inglaterra, cuando Thomas Penddlton proyectó 4000 pares de zapatos y seiscientos de botas para el ejército.
Los movimientos militares de la época, aceleraron de manera sustancial la demanda de botas y zapatos. Hacia la mitad del siglo XIX, dará comienzo la aparición de las primeras máquinas para la industria auxiliar de la confección, sin embargo, es la máquina de costura la que pasó a ser más accesible.
Es a partir de la cuarta década del siglo XX, cuando se producen los cambios más importantes en la industria del calzado. Ejemplo: Cambio de cueros por gomas y también materiales sintéticos, principalmente en calzado infantil y femenino.

EL ZAPATO FEMENINO —Según las antiguas tradiciones chinas, los pies pequeños se corresponden con los de una princesa. Pero la necesidad convierte al zapato femenino en un elemento común. Así, tanto princesas como plebeyas, buscan en él la esencia que dé realce y belleza, o no, a un traje. 
A finales del siglo XVI y principios del XVII aparece el tacón. Cuentan, que la razón práctica de su aparición fue debida, a que afirmaba a los estribos las botas de montar.
Sin embargo, esta razón práctica cayó en desuso, y el tacón fue incorporado al calzado femenino como elemento puramente estético. Variando las formas con diferentes alturas, este se ha mantenido hasta nuestros días.
Con la llegada de la Revolución Francesa, esta pretende acabar con todos los símbolos de que gozaba la aristocracia durante el ancién regime: los zapatos vuelven a ser simple y uniformes.
Durante el reinado de Luis Felipe II, se implantó en los trajes femeninos, la moda de realzar el busto. Esto permitió la vuelta de los tacones al vestuario de la mujer. Mientras, los hombres optaban por la simplicidad. Tomaron como uso común la botina, que duraría aproximadamente un siglo.
Hoy día, el zapato femenino, sigue siendo una parte esencial e importante del vestuario de la mujer. Aunque tiende, detrás de una serie de tópicos que afectan a su uso, a implantar otros modelos más deportivos.
Los zapatos femeninos pueden clasificarse en tres categorías, en función del tipo de tacón.
Los zapatos planos: son el tipo más utilizado para el sport y para el trabajo. Combina con ropa informal o de sport, y en algunos casos, con algún tipo de ropa laboral.
Los de medio tacón: suelen ser los más utilizados para el trabajo o la rutina diaria. Habitualmente se combinan con ropa de traje y chaqueta, además de cualquier otro conjunto de ropa casual. Son zapatos de día y noche.
Los zapatos de tacón alto: son zapatos de vestir, y suelen ser para la noche. Permiten lucir un vestuario más elegante o de etiqueta. Hacen a la mujer más alta, la pierna más esbelta y la figura más delgada. Aporta un toque de elegancia.
Sin embargo, no debemos olvidad que cuanta más altura tenga el tacón, más serán las dificultades e inconvenientes a los que se enfrente la mujer: incomodidad y posibles problemas de espalda y articulaciones.
El calzado es un complemento de relevancia, y existen estudios sociológicos, que demuestran que muchas personas lo primero que mirarán de los otros, será el calzado. Lo que significa lo importante que es causar buena impresión.
Según estudios recientes, indican que el 80% de las mujeres dan preferencia a los zapatos frente a otras prendas de vestir o complementos.

CONCLUSIONES —En este breve repaso por las páginas de la historia del zapato, hemos podido ver la evolución del mismo, no sólo en cuanto a modelos y formas, sino también, en actitudes del ser humano frente a la forma de usarlo.
Sigue siendo un elemento indispensable en el vestir de la mujer, que da realce a su vestimenta, sea esta de trabajo o de fiesta. Es verdad, que surgen voces de profesionales de la medicina, para que el tacón no sea tan elevado, con el fin de evitar lesiones de columna por la posición forzada del pie.
Sin embargo, debe ser la mujer la que en cada caso, y la situación con la que se enfrente, la que ponga límite a la altura que quiere asumir, siempre, con la responsabilidad necesaria, para no pagar en el futuro unas consecuencias no deseables.
Ni que decir que este breve trabajo deja sin mencionar, modelos concretos como el mocasín, la babucha, chinelas, etc. Todos ellos tendrán como objetivo, dar al ser humano la protección de sus pies, ya que estos son la fuerza de su movimiento.

lunes, 11 de abril de 2011

UN PROYECTO SOCIAL: LA FRATERNIDAD

* Esta es una síntesis, del documento elaborado por los franciscanos, para la formación de sus miembros.

Aspectos fundamentales
1) Debo poner el amor hacia el otro, en el centro de mi vida.
a) El gran pensador religioso hebreo, Martín Buber, escribía en su obra “Ich und Du” (yo y tú), que el hombre llega a ser el mismo, mediante su relación con el otro. No es posible existir, llegar a ser plenamente uno mismo, sin abrirse a los otros, sin recibirlo en la reciprocidad.
Debe ser un encuentro mutuo, donde la relación no sea esclavizante ni de explotación, sino de crecimiento y de promoción. El amor será la fuerza central de la existencia.
b) Dios en su intervención en la historia, escoge como pueblo a Israel, al que se le revela, le confía su amor exigiéndole como contrapartida su amor al otro: Amarás a tú prójimo como a ti mismo (Lv 19, 18)
Jesús durante su estancia en este mundo, declaró este mandamiento como el más grande, he indica que es el resumen de toda la LEY, así como lo expresado por los profetas (Mt 22, 39)

2) Espacios concéntricos del amor
a) El amor es un dinamismo universal
Siendo todo hombre, mi prójimo, mi hermano, mi actitud debe ser de acogida, de apertura y dirigido a todos sin excepción. Debo estar dispuesto a amar, valorar y mirar con benevolencia, a todo ser humano.
b) Por un amor universal
Hemos de pasar a la realidad concreta, para no quedarnos con el simple enunciado. Y esta realidad concreta será, que a todo individuo que yo encuentre en el decurso de mi vida, tenga una relación más o menos fuerte, o también cuando sea ocasional, le he de profesar ese amor.
c) Como resumen, hacer constar que el amor más fuerte y exigente, estará dirigido a las personas a las que he ligado mi vida. La pareja, familia, comunidad. Aquellos con los que se comparte casa, alimento, que forman parte de algún modo de mi existencia.
Es en esas situaciones donde se pone a prueba el amor verdadero. Pero el amor más auténtico, es aquel que sufre sin flaquear, la prueba del desgaste de la vida diaria.

Actitudes ante la vida
a) La base firme en que se apoya la Fraternidad es la acogida recíproca e incondicional.
Aunque el individuo está cargado de aspectos negativos, yo solo he de ver en su existencia un don, un valor único, una expresión del rostro de Dios.
Porque Dios me ama sin condiciones, pese a seguir siendo pecador, me esforzaré por ver en este hermano que me ha dado, un ser amado, por el que Cristo también ha muerto. (Rom 14, 15)
b) Pese a lo ciegos que estamos para reconocer los lados positivos del “Otro”, no debemos negar sus deficiencias y defectos, ni siquiera el mal que hay en él. Pero se ha de ser consciente de que Yo, también tengo el mismo mal, y que nuestra relación se debe relanzar cada día.
c) El gran milagro del amor divino, es precisamente la capacidad para no desesperar, de recomenzar siempre, de perdonar indefinidamente (hasta 70 veces setenta) (Mt 18, 22) Aquí está la Misericordia.
d) Esta voluntad, de aproximarnos de corazón al otro de forma realista, es junto con el amor de Dios, el valor central de nuestras vidas. Pero hace falta creerlo, y dar a la Fraternidad la prioridad de las relaciones sobre otros temas.

CONSTRUYENDO LA FRATRERNIDAD
Cuando el amor así concebido, ocupa el primer lugar en nuestras vidas, si lo despertamos cuando se adormece, podemos construir cada día la fraternidad concreta. Podemos compartir nuestra existencia, desde los simples detalles de una vida material, hasta la búsqueda espiritual.
Primero la necesidad de comer y beber (1 R 9, 13-12) (2 R 6). Más tarde aspectos económicos, de vestido, de fiesta; manifestar la acogida real al otro, que es donde se resume y demuestra  la concreta fraternidad.