jueves, 7 de noviembre de 2013

¿QUÉ APORTÓ EL CRISTIANISMO A LOS PUEBLOS GERMÁNICOS?

Siguiendo la estela de la evolución del cristianismo, hoy fijaremos nuestra mirada en aquellos aspectos, que supusieron un cambio en los comportamientos de sus habitantes. La edad antigua, antecesora del medioevo, está representada por el reinado de varios imperios. El último de ellos es el Imperio Romano, heredero de la cultura griega y conquistador de gran cantidad de territorios, tanto de oriente como occidente. Sin embargo las luchas internas por el poder, acabaron desgastando su gran capacidad política y militar. Durante la segunda mitad del siglo III, grupos germánicos al penetrar en éste Imperio, obligaron a los dirigentes romanos a efectuar grandes esfuerzos para fortalecer las defensas de sus fronteras interiores. Ese fue el momento en el que mercenarios germánicos, se incorporaron a los ejércitos romanos, para defender esas fronteras. Por ese trabajo las tribus germánicas exigieron tierras y riquezas, pero sobre todo el deseo de vivir como romanos, lo que se conoce convencionalmente como “barbarización de occidente” aunque también se le podía dar el nombre de “la romanización de los bárbaros”. A ese primer signo de debilidad, que observamos en ésta situación, se ha de añadir la división del Imperio en dos regiones: política y geográfica/ oriental y occidental. Esto ayudó a socavar los propios cimientos del Imperio. Además hay que contar con la presión ejercida, por el poder de los nuevos pueblos bárbaros del entorno. Con la caída del Imperio Romano, comienza un nuevo tiempo en la Historia de la humanidad denominada “Edad Media”. En este período Europa encontró su carácter distintivo y particular. Encontramos las primeras comunidades cristianas situadas en las riberas de los ríos Rin y Danubio, ya en la época romana. Antes de terminar el siglo IV el cristianismo ya era la creencia mayoritaria entre la población romanizada. El cristianismo supuso una gran fuerza y durante tres siglos se impuso la cultura cristiana. Los pueblos germánicos se convirtieron primero al arrianismo, que a mediados del siglo IV era la religión de los pueblos federados del imperio romano. Los visigodos propagaron el arrianismo entre los diferentes pueblos germánicos (suevos, vándalos, ostrogodos, etc…) Consiguió así convertirse el arrianismo en la religión nacional germánica, teniendo el rey dominio sobre la Iglesia nacional y el señor feudal sobre la Iglesia de su territorio. Teodorico el Grande fue su protector. El bautismo del rey franco Clodoveo, dio un golpe de muerte al arrianismo. Este acto supuso, la conversión de todo su pueblo y con ella la unión por primera vez de los conquistadores y de los romanos, quedando todos ellos sometidos en un solo pueblo y estado. El factor religioso se convirtió de esa manera en uno de los puntos de contacto entre los dominadores, la minoría germánica y la población preexistente romanizada. Cuando en el año 476 cayó el imperio romano de occidente, el cristianismo preservó la cultura clásica, especialmente a través de los monasterios, que salvaguardaron eficazmente los valores cristianos en medio de un mundo, que con las invasiones bárbaras se había colapsado por completo. Se cultivó el arte, se alentó la práctica del trabajo, la defensa de los débiles y la práctica de la caridad. Al esfuerzo misionero se vinculó la asimilación y la culturización de los pueblos invasores, que a medio plazo, también se convirtieron al cristianismo como antaño había ocurrido en el imperio romano. En los siglos siguientes el cristianismo fue decisivo, para preservar la cultura la popularización de la educación, la promulgación de leyes sociales o la articulación del principio de legitimidad política. El cristianismo y todo el elenco filosófico, político y jurídico que aporta, tenderá a limar el carácter totalitario de los gobernantes de la época. La Iglesia se convirtió en la única institución capaz de transmitir muchos de los legados, al tiempo que asimilaba las aportaciones de los nuevos pueblos cristianizados. La integración de los germanos no dejó de presentar muchas dificultades y peculiaridades, que a veces dificultaban más que facilitar, la convivencia inmediata entre unos y otros. Pero la religión resultó ser un punto de encuentro y fuente de nuevos planteamientos sobre lo que se sustentaría la nueva civilización europea. El problema de la Edad Media era el modo de acceder a Dios. Para el clero romanista la forma de acceder a éste era partir de la vida contemplativa, aunque esta idea se alejaba de la propuesta de los seguidores de Jesús, que sostenían que el verdadero cristiano debía ser una persona activa dentro de su entorno. Pero guiados por la idea del clero romanista, comienzan a surgir los primeros monasterios, lo que da lugar a un sentido de la vida mística. Los monasterios hacen la función de “ciudad de Dios” y era el microcosmos donde hombres y mujeres se reunían allí entregados al trabajo en un mundo oscuro, pero preservando la cultura clásica para la humanidad. La organización estable de los monasterios constituyó una forma de entrar en contacto con la sociedad, no sólo para evangelizar sino también para influir en los modos de vida a través por ejemplo del ordenamiento del día, la división de la jornada en diversos momentos. Fue de algún modo, la manera de controlar sobre todo a las poblaciones paganas o semi cristianas. El Papado y el Imperio suscribieron un pacto del cual resultó la unidad del poder temporal y espiritual íntimamente aliados. Los papas vieron en el Emperador su protector nato y los emperadores el representante de Dios, que consagraba su poder y les brindaba la fuerza moral sobre el pueblo, una fuerza más poderosa que las armas. Con las invasiones germánicas la Iglesia tiene la oportunidad de obtener el control espiritual y parte del político de la sociedad. Tardará 1000 años en conseguir este objetivo, motivo por el que se dice que la Historia de la Edad Media es la Historia de La Iglesia. A modo de resumen destacar: El crecimiento del prestigio de los obispos, que además se hacen con cargos civiles. La mayoría de la población se convierte al cristianismo. Surge el monacato. La jerarquía eclesiástica sustituye a la administración del Imperio Romano. Bibliografía: Enciclopedia Ger-Canal Social Artehistoria.com/Grandes Invasiones Monografías.com Axxon.com.ar/rev/108 Uaca.ac/acta/1989 Rena.edu.ve/terceraetapa/historia/ExpanPuebEdadMedia.html Portal planetasedna.com.ar/monasterior.html

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