martes, 26 de noviembre de 2013

EL PAPADO DE AVIÑÓN II

Este período convulso de la Iglesia Católica Romana, se sitúa entre los años 1309 a 1377, durante el cual siete papas residieron en Aviñón (Francia). Algunos historiadores católicos se refieren a esta situación como “el Cisma de occidente”. Todo da comienzo a la muerte de Bonifacio VIII. El cónclave para la elección de su sucesor tiene lugar en Perugia. De este cónclave sale elegido el arzobispo de Burdeos que adoptó el nombre de Clemente V.
El Papa se hace entronizar en Lyon y traslada su residencia de manera efectiva a Aviñón, feudo de los Anjou de Nápoles. Esta elección se produce bajo la óptica política del rey de Francia.
Clemente V se verá obligado a aceptar por la exigencia real, la supresión de la orden de los templarios. Los motivos aducidos para la supresión de esta orden fueron: Crisis económica de la monarquía y que los templarios se habían convertido en el núcleo del poder económico.
Ante esta situación se convoca el Concilio ecuménico en Viena denominado “del Delfinado”. Objetivos: emitir juicio de culpabilidad contra los templarios e interpretar el pensamiento de Francisco de Asís sobre la pobreza.
Juan XXII. Procederá durante su papado a efectuar una reforma y organización de la administración. Pero a juicio de expertos de manera insatisfactoria. Se adjudicaba el control de “los cargos de beneficios” abandonando la elección consuetudinaria. * Beneficio eclesiástico: Ingresos que le correspondían por la misión que ejecutaba, pero que sin embargo cuando por razones de edad, exceso de trabajo o para dedicarse a temas suyos, lo hacía a través de un vicario con el que repartía ese beneficio. Se dice de él, al igual que de Benedicto XII y Clemente VI, que gastaron grandes fortunas en ropa y banquetes.
Benedicto XII, fue el tercero de los Papas de Aviñón. Decidido a restablecer el papado en Roma, inicia su reinado ordenando la restauración de la basílica de San Pedro y la de Letrán. Sin embargo presionado por los cardenales que le hicieron ver la dificultad de vivir en una Italia fraccionada, el Papa cedió. A parte de la construcción del castillo de Aviñón, Benedicto preocupado por los abusos del clero, hizo regresar a los clérigos que no eran necesarios en Aviñón. Siempre atento a los sucesos de la inestable Italia, envió a menudo dinero para socorrer a un pueblo golpeado por el hambre. Reguló los impuestos a pagar por los documentos extendidos por la oficina papal y persiguió la codicia entre los eclesiásticos.
Bajo el reinado de Clemente VI, los intereses franceses empezaron a dominar el papado. Éste, que había sido consejero del rey Felipe IV, mantenía unos vínculos fuertes con la Corte francesa, que le llevó inclusive a financiar acciones bélicas con sus propios recursos. Durante su papado se produjo la Peste Negra que produjo cerca de un tercio de la población del continente.
Inocencio VI, era menos sectario que Clemente VI. Su interés residía en obtener la paz entre Francia e Inglaterra. Su aspecto demacrado y las maneras austeras le conferían el más alto respeto por parte de los nobles de ambos lados del conflicto.
Urbano V: A este papa se le describe como el más austero de los papas de Aviñón, después de Benedicto XII. Destaca de su personalidad la gran espiritualidad que poseía. Sin embargo le faltaba estrategia, lo que le llevó a hacer concesiones a la corona francesa específicamente en finanzas, sobre todo en la cuestión crucial de la guerra contra Inglaterra. Regresa a Roma, aunque no de manera definitiva.
Gregorio XI: Su decisión más importante fue el regreso a Roma en 1378. En el período 1373-1375 se produjo un embargo a las exportaciones de grano durante una escasez de comida, lo que levantó a Florencia y una serie de ciudades que crearon una liga contra el papado. Con su decisión de volver a Roma, influido por Catalina de Siena, se puede dar por acabado este período.

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