martes, 28 de diciembre de 2010

EL CUARTO MAGO Y LA HUÍDA

Cuenta la Tradición, que en tiempos del emperador romano, César Augusto, éste publicó un edicto por el cual, se convocaba a todos los habitantes de Palestina a empadronarse. Cada uno debía hacerlo en su ciudad de pertenencia.
Un hombre llamado José (de la estirpe del rey David), y su esposa María (que se encontraba embarazada), para poder cumplir con este mandato tuvieron que emprender viaje de Nazaret a la ciudad de David: Belén de Judá.
Bien acercándose a las caravanas de mercaderes, o a pastores que acompañaban sus rebaños, fueron haciendo el camino hasta el lugar. Ya próximos a Belén, María se dio cuenta de que el parto estaba próximo, y se lo dijo a su esposo José.
Ante la necesidad de tener un cobijo para aquel momento, éste comenzó a preguntar en las posadas del camino, la disponibilidad de una habitación. Pero o bien, estas estaban llenas a causa  de la gran afluencia de gentes, o los precios que les pedían no podían pagarlos, dado sus escasos recursos.
La angustia y los dolores por el parto se precipitaban, así que José entró en una posada más. El dueño viendo el estado de la mujer le dijo:
—Lo siento buen hombre, no me queda ninguna habitación. Pero si seguís el camino, encontraréis más adelante una gruta. Esta suele estar ocupada a veces por un pastor, pero ahora está vacía. Ir hacia allí, y os llevaremos algo de ropa para que cubráis al niño.
Después de dar las gracias al posadero, se dirigió con María al lugar. La mujer, que ya no podía más, parió a su hijo. La madre lo limpió y vistió con la escasa ropa que llevaba. Luego, lo puso de momento entre la paja de la comedora de los animales, a la espera la trajeran la ropa de abrigo prometida.
Cuando se la trajeron terminó de arreglar al niño al que envolvió en una mantita y lo volvió a situar en la comedera que le serviría de cuna. Un buey atado en el cobertizo y la mula con la que habían hecho el camino, sirvió para dar un poco calor a la estancia. Al poco una extraña luz se fijó sobre el lugar.
Los pastores de la zona, que estaban al raso cuidando de sus rebaños, al ver aquel prodigio se acercaron a la gruta. Al ver el niño, como compelidos por una fuerza, se arrodillaron ante él. Enterados los pobladores de la zona del extraño suceso, acudían al lugar con comida para la madre y leche para el niño.
Un grupo de magos, procedentes de diferentes pueblos del oriente, coincidieron en Jerusalén. Todos ellos habían acudido a esta ciudad, siguiendo la estela de una estrella que les había marcado el camino. Por unos momentos, esta desapareció de su vista. Así, que acudieron al rey Herodes preguntándole:
— ¿Dónde está el rey de los judíos, que acaba de nacer? 
Herodes se turbó y convocó a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas del pueblo, repitiéndoles la misma pregunta.
—En Belén de Judá, pues así está escrito en la profecía:  
<<Y tú, Belén, tierra de Judá, de ninguna manera  eres la menor  entre los clanes de Judá, pues de ti saldrá un caudillo, que apacentará a mi pueblo Israel>>
A Herodes la noticia le hizo sentir un escalofrío. Un rey podría disputarle su trono. Reunió en secreto a los Magos y les dijo: <<averiguar el lugar donde ha nacido, y venir después a decírmelo, así también podré acudir a rendirle homenaje>>.
Cuando volvieron al camino, se encontraron de nuevo aquella estrella que volviendo a lucir, les condujo hasta el lugar donde se encontraba el niño.
Postrados de hinojos le adoraron y le presentaron sus cofres, que contenían oro, incienso y mirra.
Los pajes, mientras tanto, habían montado un pequeño campamento para pasar la noche. Los magos, después de rendirle homenaje, comenzaban a encaminarse hacia sus tiendas, cuando el murmullo de gente y ganado que se aproximaba, les hizo girar la cabeza. Ante ellos, una caravana que no habían visto durante el camino.
El único camello que se veía, era un animal viejo que no llevaba silla alguna. La caravana carecía de jóvenes porteadores, y sólo acompañaban al Mago cinco pastores y un inmenso rebaño de ovejas. Los perros las mantenían compactas.  
El hombre, pobre en apariencia, montaba el camello a pelo. Bajó del mismo y se dirigió hacia la entrada a la gruta. Se postró delante del niño y le ofreció un cofre viejo de cobre. Lo entreabrió y de el salieron unos rayos intensos de luz que iluminaron el lugar. Lo cerró y se lo entregó a José. Y se retiró como los demás a descansar.
Fue una noche de sueños. Durante el suyo, los Magos recibieron el mensaje de eludir a Herodes, y para ello debían hacer su camino de regreso por otro lado.
José se sobresaltó en medio de su sueño, que también le apercibía huir del lugar, al oír el sonido de la voz del último mago.
—Señor, despertad a vuestra esposa y coger al niño. Mis mensajeros me dicen, que se avecina peligro para él. Seguidme y os conduciré por una ruta que lo salvará.
José, sin estar todavía despierto del todo, toco el hombro de María y la dijo debían ponerse en camino, ya que un grave peligro se cernía sobre su hijo. Cargó en la mula los presentes recibidos, y entreabrió el viejo cofre, como le dijera el Mago.
Al hacerlo un haz de luz comenzó a iluminar el camino por el que debían huir. María se quedó asombrada, ya que el camello, tumbado para que ella pudiese subir, ahora llevaba una silla dorada en cuyos brazos se hallaba sujeta una pequeña cuna de madera. Nadie supo de donde había salido.
Puestos en marcha, pasaron por entre las tiendas de los otros magos, y nadie observó la fuerza de aquella luz. Los pastores que los acompañaban, hicieron que su ganado se extendiera por el camino como una especie de tupida red. Esto evitaría, que cualquier otro grupo pasase cerca del camello y su ocupante. Al mismo tiempo, el polvo que levantaba el rebaño hacía casi invisible el camello.
La noche transcurrió rápida, y cuando los primeros rayos del sol les anunciaba el nuevo día, se encontraban tan lejos, que hasta el propio Mago les dijo que el peligro había pasado.
Cuando José le preguntó, si la ruta que llevaban les conducía a Egipto, éste simplemente dijo que él no lo sabía.
—Señor, yo iba con mis pastores en busca de nuevos pastos para el ganado, cuando sentado sobre una roca, me encontré a un joven vestido de un blanco transparente. Me explicó el prodigio que se había producido en la cueva, y me entregó el cofre por si quería ofrecer un regalo al pequeño Rey. Después añadió, que lo podíais usar en caso de peligro.
Esta noche me han despertado dos de mis pastores que quedaron en Jerusalén a petición del joven. Estos me han advertido, que Herodes había dado orden de encontrar al niño, por eso hemos tenido que abandonar la gruta. La luz que desprende el cofre, nos está señalando el camino a seguir.   
Cuatro largas jornadas, les llevaron a la orilla de un caudaloso río. El Mago se detuvo e indicó a los pastores levantaran el campamento, mientras que el ganado guardado por los canes pastoreaba.
Luego, se dirigió a José y le dijo:
—Señor, ya habéis llegado a vuestro nuevo destino. Según me dijo aquel joven, a poco más de tres estadios de aquí se encuentra una tranquila población. En ella encontrareis trabajo, ya que precisan de un buen carpintero. Nosotros regresaremos en busca de los pastos, tan pronto como Nadián pueda andar.
José antes de marchar, cogió unas gruesas cañas de la ribera del río. Con ellas y unas cuerdas tejió una sólida parihuela, que serviría para que el pastor pudiese ser transportado.
Cuando hubo acabado, se despidieron del Mago y sus pastores; luego, José, María y el niño con la única compañía de la mula, fueron siguiendo el margen del río en busca de su nueva vida.
Un rato más tarde, José miró hacia el lugar donde habían estado acampados, y ya no vio ni siquiera el polvo del ganado…estos habían desaparecido…

miércoles, 22 de diciembre de 2010

LA HISTORIA DE MI PRIMER BESO


Aquellos si que fueron tiempos difíciles. A mis catorce años, estaba obligada a trabajar cada mañana, en el kiosco que mi padre tenía en la plaza del Campillo. En principio, tenía que reemplazarle durante cuatro horas, mientras, él atendía un almacén de libros antiguos. Allí ocupaba mi tiempo hojeando revistas y cuentos, a la espera de la llegada de los compradores.
Acabadas las clases de la mañana, era el momento que los chicos y chicas de mi edad, solían pasar por nuestro puesto en busca de tebeos, cromos, chuches etc. Yo hasta cierto punto lo deseaba, ya que entre todos ellos se encontraba Juan.
Reconozco que el chico no era muy guapo y hasta cierto punto un poco soso. No osaba siquiera mirarme a los ojos de pura timidez. Pero a mi me gustaba. Aquél día decidí debía dar un paso más, para que se fijara en mi.
Como cada día a esa hora, pude ver como Juan y varios de sus amigos, se aproximaban al kiosco. Estos no hacían más que burlarse de él. Supuse, que sus compañeros se habían dado cuenta de que me atraía, y le gastaban bromas a mi costa. Hice caso omiso a sus burlas. Le llamé por su nombre, y él se ruborizó. Extendí el brazo con los cromos, y le pregunté.
— ¿Verdad qué haces esta colección?
—Sí —me contestó reflejando su timidez
—Cógelos, son para ti.
No me dio ni las gracias, y se marchó con su grupo tan bulliciosos como habían llegado. Más tarde descubrí, que se había olvidado la cartera sobre los periódicos. La recogí y la puse junto con las cosas que después debía llevarme a casa. Ahora quedaba lo peor, como contar a mi padre, la falta de aquellos cromos que le había regalado. Pero no había vuelta a tras.
Tras llegar mi padre, regresé a nuestra casa, en la calle Las Cadenas. Me encontraba cerca del domicilio, cuando descubrí que Juan me estaba esperando solo. Se acercó a mi y sin intercambiar palabra, me tomó de la mano, he hizo que le siguiera hasta el portal de una casa abandonada y en ruinas. Le seguí sin rechistar, mientras el corazón pretendía escapar de mí.
Una vez en el interior de aquel patio cubierto, me cogió por la cintura y depositó un suave beso sobre mis labios. Tuve la sensación de que iba a desmayarme, pero cuando él se separó por temor a mi reacción, fui yo la que se lanzó a sus brazos, y mi boca se abrió, para que él introdujera su lengua. Si se sorprendió, no tardó en reaccionar. Ya que mientras me besaba, sus manos recorrían mi cuerpo llenándolo de placer. Sí, lo volvimos a repetir, pero nunca volvería a tener, aquel sabor de la primera vez.  

miércoles, 15 de diciembre de 2010

EL RIO DE LA VIDA

Con su lento transcurrir, la embarcación se deslizaba por las tranquilas aguas del río Chiang. Los viajeros fijábamos nuestra inquieta mirada, sobre sus oscuras aguas, mientras, observábamos el mundo de color, que nos llegaba desde las orillas
Los vendedores desde sus barcas, publicitaban a gritos sus productos, al tiempo que los turistas, intentábamos absorber la variedad de los mismos. Lentamente, la embarcación fue deslizándose por todo su caudal.
El trabajo del barquero consistía, en esquivar una a una las diferentes embarcaciones, que en su navegar van río abajo. En la nuestra, nosotros y los que nos acompañaban, estábamos dominados por el miedo a una posible colisión.
A medida que el río se iba ensanchando, veíamos sus riberas con otra perspectiva. Sin embargo, las imágenes que nos mostraban aquella otra manera de vivir, seguían penetrando en nuestras pupilas. El olor a la cocción y fritura de pescado, así como de otros alimentos, invadía todo el ambiente.
El cielo, azul hasta ese momento, se fue ennegreciendo, y pronto una lluvia torrencial cubrió nuestros cuerpos. El agua oscura del río, tomó el color marrón del barro de las orillas. Las embarcaciones, ante el peligro que suponía navegar con aquella tormenta, viraron y tomaron el camino hacia sus bases.
Ahora, en su azaroso navegar, los barqueros debían durante aquel trasiego, evitar la colisión entre las numerosas embarcaciones, en su pugna por lograr un espacio libre en aquel turbulento río.
Tanto es así, que aquel agua agreste y sus ondulaciones se habían convertido en las peligrosas olas de un embravecido. La barca a duras penas mantenía la estabilidad, produciéndonos la sensación de que en cualquier momento iríamos a parar a sus marrones aguas, cosa que no nos era nada agradable.
Estábamos sobrecogidos por el miedo, así que respiramos tranquilos, cuando en el horizonte apareció el embarcadero de donde habíamos partido. Pasada la tempestad, el azul del cielo nos volvió a sonreír, invitándonos a proseguir nuestro viaje a lo desconocido.

lunes, 13 de diciembre de 2010

¿EN QUÉ PUEDO CREER? IV

¿Cuál debería ser el camino a recorrer?

En los principios de la humanidad y hasta que la religión se impuso, existía una gran espiritualidad. Hoy renace y vuelve a ser la fuerza instintiva, con la que el ser humano busca dar sentido a su vida. Las personas están ansiosas por encontrar un camino de espiritualidad, no una religión.

Un buen principio sería aceptar que estamos ante una verdadera crisis. Para los católicos, una buena parte de esa crisis reside en el rechazo a su jerarquía. La estructura oficial de la Iglesia, sigue manteniendo un conflicto con la modernidad, a la que dificulta, pone trabas o sataniza. Lo que implica una oposición de la sociedad civil a este posicionamiento.
Está claro, que existe un gran problema para reelaborar una síntesis teológica, pero solo así se conseguiría la ansiada unión de todos aquellos, que se consideran seguidores de Jesús. (Véase, católicos, evangelistas, ortodoxos, anglicanos, etc.) 

¿Quién nos puede guiar en el cambio?

Ya lo hemos dicho Jesús. La Iglesia católica, pero no la única, tienen en su poder el mensaje y la actitud que asume éste en su vida.
Toda la tradición religiosa cristiana nos remite a su figura, no a Cristo ni Jesucristo, sino al Jesús de Nazaret. Y no solo eso, sino que es considerado por otras religiones un profeta.

Su figura y su mediación, serían los medios para comenzar este cambio que se necesita. ¿Por qué Él? Los motivos son muy simples. Por un lado, fue una persona alejada y rechazada por la religión oficial.

Por otra, no se constituyó en el creador de una religión (y en esto están de acuerdo numerosos estudiosos). Mantuvo una fuerte oposición, frente a las leyes, instituciones y prácticas religiosas del momento. Todo parece indicar, que su llamada fue a vivir en la espiritualidad.
 
Jesús fue y murió judío. Su experiencia existencial, la vivió siguiendo los preceptos de la Torá, (no los rechazó) pero si les dio un nuevo significado. El hombre por encima de la Ley.
Después de la muerte de Jesús, los Apóstoles siguieron participando en las sinagogas, hasta que fueron excluidos de estas. En ese momento, como una secta más de las que circulaban por la Palestina de Jesús, comenzaron la predicación de la Buena Nueva.
El mensaje de fraternidad, que expusieron a cuantos querían oírlos, y los milagros que hacían entre la gente, lograron que a su alrededor se fueran congregando personas de todos los status, pero principalmente pobres y excluidos, que veían en el mensaje un rayo de esperanza.
Sin embargo, la historia nos explica, que a la luz de diferentes visiones e interpretaciones de las palabras que Jesús pronunció, y los hechos que acaecieron en Jerusalén y que llevaron a éste a la cruz, se fueron creando grandes diferencias, que acabaron al enquistarse, por causar las divisiones, que todavía hoy día hemos sido incapaces de superar.
Para las pequeñas comunidades, que comienzan a desgranar la búsqueda de la espiritualidad perdida, el volver a los orígenes, está siendo reconfortante. El camino es de rosas, pero ya sabemos que estas tienen muchas espinas. La visión que muestre la jerarquía hacia estos grupos, nos dirá si como Jesús, tampoco lo tendrán fácil. Lo que en su caso, el precio fue demasiado alto. 

jueves, 9 de diciembre de 2010

¿EN QUÉ PUEDO CREER? III

¿Qué futuro nos espera?

Los asistentes habituales a las ceremonias dominicales, bodas bautizos, etc. comprueban como el número de feligreses que acuden a estas celebraciones, va decreciendo de forma progresiva. (Me estoy refiriendo única y exclusivamente, a la religión católica y en España), pues desconozco cual es la situación de las otras religiones y países.
Para mí dos son las causas principales de este abandono:

- Vivimos en una sociedad materialista y nihilista. El individuo quiere gozar sin mesura de esta vida, y ya no cree en la existencia de un infierno. Sus nuevos dioses son el sexo, el dinero y el poder.

- El mensaje de los inicios de la religión, no ha sufrido adaptación a la nueva cultura de la gente. El conocimiento de la ciencia, la escritura y la investigación, están dando una visión más amplia a los individuos sobre su religión; pero este mayor conocimiento la mayoría de las veces choca con el mensaje, que desde siempre se ha recibido.

Las consecuencias inmediatas

Surge la duda entre los fieles, de si el mensaje es el correcto o está manipulado. Lo que no favorece ni ayuda en nada. El ambiente de relajación moral y social, no fomenta la llegada de nuevos ministros. Rejuvenecer los mensajeros, sería una manera de que el mensaje fuera llenándose de aspectos, más positivos.
Un ejemplo: No es lo mismo hablar del Dios del Antiguo Testamento, que del Dios – Padre, del que Jesús nos habla en los evangelios.   
Ya hemos comentado la disminución del número de feligreses, y nos queda referirnos a que como consecuencia de lo anterior y el envejecimiento de los asistentes, disminuye la captación de los recursos económicos, que con el tiempo, harán inviables la existencia de algunos centros religiosos.    


¿EN QUÉ PUEDO CREER? II

¿Qué han ofrecido y ofrecen hoy día las religiones?

Dado que la religión no es un producto consumible, es difícil matizar lo que cada individuo recibe de su religión. Sin embargo, si que hay algunos aspectos que son comunes entre todas ellas.

- Su desarrollo e incorporación a la sociedad, han permitido una honda transformación entre los individuos. El mundo que habitamos es el real, o sea alejado del captado por los sentidos. Sus habitantes han sufrido un cambio en los comportamientos, al intentar ser consecuentes por esa fe, con los valores recibidos.

-El conocimiento será la fuente natural que nos complementará las realidades y su trascendencia. Pero es que además, aporta que esta verdad sobre Dios, lo sea siendo de Dios, venida de Dios y revelada por ÉL.
Tal como hemos dicho anteriormente, la religión es el alma de la cultura, fuente de la que bebemos todos los seres. Todas las religiones han potenciado las facultades del ser humano y han influido a veces, desde una racionalización interesada, en la cultura e incultura de cada época.

La búsqueda de la salvación

En épocas anteriores a la sedenterización, el individuo no sentía la necesidad de una salvación personal. Todavía no había sufrido ninguna transformación, y el sujeto seguía siendo la tribu, la horda, el grupo…

Pero en el transcurrir de la historia, vemos, que el motor principal que mueve la vida del ser humano (por ejemplo los cristianos), ha sido la salvación, en un intento de superar la angustia existencialista y el temor a la condenación. Era el negocio más importante, que el hombre tenía en sus manos.

Algunos autores plantean, que la religión usando un vocabulario moderno, ha sido un servicio de software cerrado, con ello se ha conseguido una cohesión de identidad y el alma de la cultura. Sin embargo, como la técnica informática, comienzan a funcionar programas libres, y toda esa cohesión se resiente agudizando el problema.

La oferta que las religiones han aportado a la sociedad no se ha modificado, y esta cerrazón en algunos casos les está llevando a perder la batalla.

¿ EN QUÉ PUEDO CREER? I

Esta pregunta, es el título de un concurso literario, del que hace pocos días el jurado ha emitido su veredicto. Para el mismo fue preparado este trabajo, que durante varios días ofreceré en la bitácora.
Ante todo, vais a encontrar respuestas personales. En ningún momento pretendo que nadie las asuma, sino que como consecuencia de una reflexión seria e individual, cada uno pueda llegar a tener la suya propia.
El hecho resulta, sino fascinante si algo chocante, ya que en una sociedad en la que todo hace parecer, se ha sacado a Dios de nuestras vidas, esta pregunta se la está haciendo cada día más gente.
¿Qué nos pasa? ¿De qué dudamos?
 * EN BUSCA DE LA ESPIRITUALIDAD PERDIDA
 Será con una mirada a toda la historia de la humanidad, lo que nos podrá facilitar las claves sobre como han sido, son y serán las creencias de los seres humanos. La arqueología y la paleontología, dos ramas de las ciencias actuales, han llegado a reunir datos de un período de 70.000 a 100.000 años (según autores), como un período de tiempo en el que los individuos, han dado señales claras de una vivencia y desarrollo espiritual.
 La limitación de la extensión viene dada por las bases del concurso. Así que me limitaré a ofrecer una pequeña síntesis de la evolución espiritual de los seres humanos, durante los últimos 4.000 a 5.000 años.
 A medida que el período neolítico fue avanzando, dio comienzo la revolución por la tierra, y diferentes grupos de nómadas se transformaron en sedentarios. Comenzaba a sí, a tomar cuerpo las primeras ciudades y con ellas, los primeros imperios que dominarían el mundo conocido.
 Es en esta etapa histórica, cuando dará comienzo la creación de las grandes religiones. En la actualidad todavía estas perduran por todo el planeta.


MONÓLOGO INTERIOR DE UNO QUE HA MUERTO (anterior al 10.12.10)

"Me lo temía. Hacía ya tiempo, que sospechaba que moriría antes del clásico. Ya es marranada. Pero de que sirve quejarse.
Por un lado, se ha acabado esta maldita vida, en la que nos engañan como a pardillos. Me explico: cuando tienes cinco años te comienzan a decir que todo lo que pides y deseas, solo lo podrás obtener cuando seas mayor. La verdad es que nunca nos dicen, la edad en que uno será considerado mayor.
Cuando tienes catorce años y te comienzan a salir planes, resulta que sólo los podrás poner en práctica cuando cumplas los dieciocho años; esta es la considerada mayoría de edad.
Sin embargo, cuando cumples dieciocho años, después de mamarte en la fiesta de celebración de tan digno escalafón, te das cuenta de que todo es una mierda.
Quieres comprar, salir, viajar, trasnochar, pero te falta lo principal: la pasta. Sin ella eres un pardillo que se aburre como las ostras.
Vas pasando la vida como puedes, engañándote con el sueño de que algún día te tocará la lotería o la primitiva. Y así, entre sueños, llegas hasta casi los treinta tacos. ¡Madre mía! ¡Como han corrido los años! y tú ante tan nefasto acontecimiento, decides que debes casarte. Piensas que siendo dos, será más fácil alcanzar algunos objetivos. ¡Santa inocencia!    
Los primeros tiempos entre arrumacos, besos, abrazos y algún leve revolcón, soñarás que ya has alcanzado el eterno paraíso. Aún no se ha hecho presente la vida en común de cada día, y ya tienes confeccionada la marcha nupcial.
Los preparativos de la boda suponen un desgaste económico y físico. Muebles, electrodomésticos, ropa, contratación de hoteles, y un largo etc.
Acabada la ceremonia y ya de regreso del viaje de bodas, comienza la vida en común, con lo que eso significa. Algunos lo ven como la rotura de las hostilidades. 
La mujer quiere ir al cine a ver al galán de turno, mientras que el caballero por cortesía no discute y asiste impertérrito a dicha sesión. Más tarde, esta historia se repite y el esposo, temiéndose convertir en un seguidor de un actor masculino, (cuando las féminas están de mejor ver) echa en cara a la mujer, que no tenga la oportunidad de decidir. Mal asunto; las lágrimas acuden a los ojos de la mujer, que con voz compungida, te preguntará: << ¿Es que ya no me quieres?>>
Pero no, no todo acaba aquí. Llegan los hijos y los problemas se retroalimentan.
-Cariño, el niño llora. ¿Podrías cambiarlo? Amor no he dormido, quédate un rato con el peque. Pepe...
El paraíso, se va volviendo un lugar con demasiadas llamas. Podría decirse que en algunos casos, se parece más al infierno que nos presenta Dante en su obra, La Divina Comedia.
Ahora que ya he traspasado esta vida conocida, rumbo al futuro de la eternidad, me queda la duda de si encontraré recompensa alguna por todo lo sufrido. Aunque en mi caso, llevo algo de ventaja, ya que soy soltero y sin compromiso alguno". 




RECUERDOS DE LA NAVIDAD (anterior al 10.12.10)

A medida que se va acercando la fecha, cada uno de nosotros vuelve, aunque sea brevemente, su mirada a los años en que éramos infantes.
Recordamos como nuestras madres, sus madres y hermanas, se reunían en la cocina y cada una de ellas preparaba los alimentos, que serían disfrutados durante la comida y cena por todos.
Mientras, los hombres montaban diferentes mesas, para que todos estuviesen sentados en el mismo comedor.
Las risas y la alegría que reinaba, superaban en mucho las dificultades que se tenían, para que en la mesa no faltasen algunos productos típicos para aquellas fechas. Sin embargo, había dos ingredientes que no podían faltar: amor y caridad
Sí, pese a que siempre entre las familias podían haber surgido divergencias, estas se posponían y todos aportaban su parte de alegría, para que aquellas fechas fueran recordadas como felices.
Había mucha gente durante la postguerra, que no tenía ni trabajo ni sitio donde guarecerse. Las escaleras de las casas, sobre todo en la época invernal, eran los refugios donde estos se cobijaban, en cuanto llegaba la noche.
Pero en la nochebuena y el día de Navidad, no podía faltar que las familias que los tenían más cerca, les diesen un tazón de caldo caliente, pollo, turrón y polvorones. Pocos, eso sí, pero compartidos.
En la época actual, con una crisis galopante en lo económico y en los valores tradicionales, vuelve a ser necesario que todos compartamos algo de nosotros mismos. No sólo los alimentos, sino el cariño y el amor hacia los otros. 


LÁGRIMAS VIVAS (anterior al 10.12.10)

Las lágrimas son la expresión de los sentimientos humanos. Acuden a nuestros ojos, lugar en el que habitan, cuando la amargura o felicidad inundan nuestro ser.
Su líquido recorre nuestras mejillas y arrastran, hasta la comisura de los labios, su amargo sabor.
Hasta hace poco, la acción de llorar suponía una actitud poco masculina, sin embargo, hoy día, es una clara expresión de nuestros sentimientos. Hasta el propio Jesús, nos dicen los evangelios, lloró por Lázaro, el amigo muerto y sepultado.
Si estás ante un momento de tristeza o alegría, y las lágrimas luchan por salir de tus ojos, no las detengas por favor, tu corazón se alegrará.  

AMOR DE MADRE

La suerte de tener muchos amigos, es que de vez en cuando, te cuentan historias o leyendas, algunas de ellas llenas de verdades como un templo.
La que hoy voy a contar no es menor.
Dicen que un joven, en un momento de extraña locura, mató a su madre y le extrajo el corazón con sus manos. Luego, arrancó a correr enloquecido por un camino, sin saber a ciencia cierta lo que hacía. De pronto, una rama en su ruta, le hizo tropezar y caer de bruces en el suelo pedregoso.
De inmediato se oyó la voz de su madre que le decía:
—Hijo ¿te has hecho daño?
¿Quién puede poner en duda que el amor de una madre es eterno?  Este comienza desde el mismo momento de la concepción, hasta inclusive más allá de su vida.

AÑORANZA

-No me creo que llames desde El Bonillo
Esta fue la repuesta unánime, que recibí de mis amigos, cuando años más tarde, les llamé para decirles, que nosotros habíamos regresado a ese lugar.
Después de esta escueta respuesta, nadie más regresó. Así, que me quedé con las añoranzas de un tiempo vivido y que ya no se repetiría.
Al atardecer, sentado en las escaleras de la Iglesia, repasé mentalmente el último día vivido en su compañía.
El Bonillo era una población pequeña, cuyas calles estrechas, servían para proyectar sobre ellas la mayor sombra posible, evitando el aluvión del calor de mediodía. Casas blanqueadas y tejados rojizos, que le daban un aspecto fantasmal, cuando el sol ocupaba la mayor parte de ellos.
Durante el día, una luz intensa se cernía sobre el pueblo, y ante aquel fuego devorador, debíamos recluirnos en el interior de nuestras casas hasta la media tarde.
Pasado el torbellino de fuego, el pueblo recuperaba el pulso y las gentes ocupaban las calles, sin embargo, nada había que evitara el calor. Abanicos, helados, polos, agua fresca... todo era inútil.
Al anochecer comenzaba la vida. Las gentes sacaban a la puerta de sus casas, mesas y sillas, para cenar al aire libre, evitando así el calor del interior.
Luego la tertulia; futbol, política, y juegos de cartas, mientras, que las señoras, se ponían al corriente de los mentideros de la capital.
Para nosotros era el momento de jugar. De madrugada, nos recluíamos; agotados por el calor y el cansancio de los juegos, caímos en un sueño inquieto, pero suficiente para reponer fuerzas.
Las mañanas, luego de arreglados y desayunados, montábamos en las bicicletas y nos llegábamos a la orilla del arroyo. Ante la ausencia de agua en él, aprovechábamos la balsa del tío Gimeno, para darnos un baño.
El tiempo transcurrió inexorablemente. Acabadas las vacaciones, y por lo oído a nuestros mayores, aquel sería el último verano que pasaríamos juntos.
Las lágrimas acudieron puntuales al encuentro con nuestra pena. Pero en nuestro espíritu, quedaría la promesa de mantener el fuego de aquella amistad.
Tristes y sin ganas de jugar, transcurrió la tarde en el mismo lugar que ahora me encontraba. Cada uno expuso, lo que había supuesto para él aquellos años. La cena resultó triste y silenciosa. Las familias recogieron sus enseres y los cargaron en el coche. Al día siguiente, iniciaríamos el camino de regreso a la gran ciudad.


SOMBRAS

La sombra grisácea y escurridiza, se deslizaba tan pronto por las paredes, como sobre el suelo y cuantos objetos se ponían en su camino, mientras, obligatoriamente seguía los pasos de su dueño. En su caminar por la ciudad, ella se veía proyectada sobre aquellos, en tanto que la luz del día caía sobre el personaje.
Había sido una sombra importante, ya que quien la poseía, era dueño y señor de vidas y haciendas, dentro de la ficción. Sin embargo, ahora que la tristeza les invadía, cada vez era menos visible sobre el asfalto de la ciudad.
El personaje había enfermado, y los días se sucedían monótonos. Cansados y aburridos por la soledad, acababan tumbados ambos sobre la cama. Se habían acabado aquellos eternos días, en que la música y el baile, ocupaban parte de sus noches de juerga.
Cuando su dueño se enamoraba, ella también gozaba de ese amor. Los besos que él daba a sus enamoradas, llevaban además de sus labios los suyos también.
Si el personaje moría, ella también moriría sin remedio, no podría escapar de tan triste final. Le gustaría recuperar aquellos días, en los que acompañaba a un bebé. Su mamá le ofrecía sus pechos para que él mamara, y ella, como su sombra que era, libaba de ellos con igual satisfacción.
Más tarde en el colegio, había participado de todos los juegos, de aquel que más tarde se convertiría en un gran escritor. No recordaba haber sudado tanto. La causa, no era el calor de la luz que la proyectaba sobre el mundo, sino, por que su personaje no paraba quieto ni un momento.
Cuando éste comenzó a escribir, se pasaban largos ratos en el jardín de la mansión donde vivían. Como parte de él, quedaba según la luz, quieta en algún lugar donde no le estorbara, para que su imaginación fuese fructífera.
Cuando al fin terminaba el relato, lleno de satisfacción el personaje se estiraba. Esta acción demostraba que estaba contento con el resultado obtenido, y ella no podía menos de repetir su acción.
Luego llegaron los triunfos. Fue una gran época, ya que les permitió recorrer las grandes ciudades del país presentando sus obras. Las entrevistas en radio y televisión eran permanentes.
En esta última, tuvo ella, como lo que era, ocultarse más allá de lo que solía hacer; así los focos no la detectarían, al tiempo que los técnicos de la iluminación luchaban por evitarla.
En fin, sus días por paredes y suelos, así como apoyada sobre su personaje, estaban llegando al triste momento. No sabía cual sería su nuevo destino, pero lo que estaba claro, era que había vivido una vida intensa. ¿Qué más podía pedir?   


EL LIBRO (anterior al 10.12.10)

Hoy es un día grato para mí. Hace unos meses, anuncié a través de mis escritos, que estaba pendiente la publicación del libro ¿Qué nos dice la Biblia? Hoy al final ha visto la luz.
¿Que os puedo contar de el?
En primer lugar que no es un libro dogmático. Es una reflexión personal a dos hechos que se plantean en la sociedad actual.
Por un lado EL MAL: su origen, como penetra en esta sociedad y en los individuos, las consecuencias del mismo, y como debería caminar la sociedad hacia el fraternalismo.
Las respuestas se encuentran en los diferentes libros que conforman la Biblia.  La Mujer en La Biblia: Partiendo del origen de los Libros Sagrados, diremos que partiendo de la desigualdad social a la que era sometida, la mujer ha tenido una presencia fundamental en la vida de las comunidades. Durante la época nómada, su poder residía en el interior de la tienda, donde era la reina.   
Ya en tiempos de Jesús, éste actúa con deferencia hacia ellas y las pone como ejemplo ante sus contemporáneos, sin embargo, los condicionantes de la época no permitían otra cosa.
Bien, el libro ha sido editado por BUBOK EDITORIAL a través de su plataforma. Para aquellos que están interesados en su adquisición pueden hacerlo a través de:
                                 http://nandoarpla.bubok.com
El precio es de 9 euros + los gastos de envío
También hay la opción de bajarlo en formato pdf por 2 euros
Espero en breve poder contar con una nueva publicación.

CUANDO EL ALMA SE SERENA

Acabado el ocaso, fenece el día y la noche se apodera de la ciudad. Las gentes regresan y refugian en sus casas, donde poco a poco, irá cesando toda actividad. Solo los amigos de la noche, y aquellos que sus obligaciones les mantienen fuera de ella, permanecen en acción.

Al recogernos, nuestro interior gime por extraer todo lo vivido en aquel día. Nuestros ojos internos (el alma) recorren los hechos de la jornada: felicidad, tristeza, gozo, trabajo, amistad, peleas, odios, indiferencias,  etc. Cosas buenas y malas ocurridas durantes esas veinticuatro horas.

Llega el momento de arrepentirse, de aquellos hechos que no han ayudado a que el mundo sea un poco más justo; nuestra conciencia, analizará y valorará nuestra actitud en cada momento.

Pero al hacerlo, me debo imponer una serie de condiciones, para que este análisis no acabe todo en un lamento:

Al reflexionar lo haré sobre todas las cosas, no sólo las negativas sino también las positivas, ya que éstas últimas me ayudarán a seguir siendo constructivo.

En todo momento evitaré pensar que soy una víctima.

Buscaré siempre de cada acción la parte positiva.

Pensaré en los demás, sin embargo, Yo sigo siendo lo más importante para mí.

Debo evitar enfadarme, puesto que no es positivo. Para ello debo estar dispuesto, a encontrar salidas a cualquier conflicto.

Y por último debo descansar. El sueño es un reparador, físico, mental e inclusive psicológico. Durante las fases del sueño nuestra conciencia, descarga, encubre y protege a nuestro YO.  

La vida continuará, y los hechos se sucederán con mayor o menor premura, pero siempre encontraré un momento, para que mi alma se serene.


LA VUELTA AL TRABAJO (01.09.10)

Hola a todos.
Se han acabado para la mayoría, las vacaciones de este año. Después de unos días para adaptarse nuevamente a la rutina, los más afortunados hemos vuelto al trabajo.
En el camino quedan, parados, enfermos y ancianos, que no pueden repetir esta rutina. Para algunos, este hecho supone una desesperanza, y esta es una fuerza, que a veces trastoca todo nuestro ser.
Al enfermo, desearle de corazón se cure y que la medicina pueda mitigar al máximo su dolor. Eso sí, debe poner de su parte, fe en la recuperación, porque a veces la esperanza, ayuda a superar los momentos de tristeza.
Al parado, es difícil darle una receta, puesto que la mayor parte de hombres y mujeres que lo sufren, tienen obligaciones, y ven como no las pueden satisfacer. Sin embargo, sin una actitud positiva, el túnel se hace a veces más negro.
Al anciano, desearle que goce del placer que supone, el regalo de un nuevo día. Si las fuerzas se lo permiten, sea también un regalo para los nietos. Ellos le darán parte del vigor que la edad le vaya quitando.
Al resto, que disfruten de su suerte, teniendo presente que no deben derrochar, ya que ese acto, puede ofender a aquellos que amargamente no tienen lo necesario.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

BIENVENIDA

Apreciados/as:
A todos aquellos, que ya me seguíais en La Coctelera, agradeceros que continueis favoreciendo con vuestra visita esta bitácora. http://farranz2.blogspot.com/
El motivo de este repentino cambio de Blog, se ha debido, al ataque de spams publicitarios sufrido en el anterior, lo que entorpecía y relentizaba el uso del mismo.
Espero que ahora, todo el tiempo de que dispongamos, sirva para dedicarlo a disfrutar de la lectura de relatos, cuentos, reflexiones, poesía, etc.
Para aquellos que se incorporen a esta nueva bitácora, agradecerles muy sinceramente su visita. Si dejan su dirección podremos ver sus trabajos literarios, sean poesía o relatos.
Con el fin de que todos puedan conocer el contenido de lo publicado anteriormente, dejo la dirección donde está recogido hasta el mes de agosto 2010:   http.//farranz.blogspot.com
He de decir, que estos textos ya están recogidos en un libro con el mismo título del blog. Aquellos que estén interesados en su adquisición, se pueden dirigir a Bubok.es, poniendo "El Contador de Historias" ó en su defecto mi nombre:
Fernando Arranz Platón.